EL RACING REGALA UN PUNTO AL SPORTING

Primer punto de la temporada para el Sporting, que volvió a dar una pobre exhibición futbolística y se volvió a casa con la inauguración de su casillero gracias a la inoperancia ofensiva del Racing de Santander. Partido indigno entre dos aspirantes al ascenso, aunque los locales merecieron ganar a los puntos.
Homenaje emocionantísimo a Preciado en los prolegómenos del partido. Esté donde esté la afición no le olvidará nunca.

1- Cambios. Manolo Murias revolucionó la alineación. Dos cambios en defensa y tres en el centro del campo. Luis Hdez sustituyó a Orfila y Landeira a Gregory. Carmona a Carmelo, Lora a Cases y Mandi a Ricardo. Clara muestra de que Manolo localiza los fallos del equipo. Otra cosa es que los sustitutos den la talla.

2- Defensa. Continúan los mismos vicios, los mismos problemas. Al equipo le cuesta salir con el balón jugado. Se abusa del balón el largo, sin ningún tipo de coherencia, rifando la pelota para el rival. La lentitud en el repliegue pudo haber costado muy cara, con Landeira errando en el posicionamiento, dejandose caer a banda sin ningún sentido y dejando una autopista para el rival. Su presencia en el equipo, una auténtica incógnita. A I.Hernández sigue faltándole contundencia y derrocha exceso de confianza cuando por sus actuaciones pasadas debería de ser mucho más cuidadoso.. Canella continúa desbordable, sin presencia en ataque y perdiendo el sitio constantemente cuando su par le exige un esfuerzo mayor.

3- Centro del campo. Lora y Mandi volvían tras sus lesiones y se estrenaban juntos en la medular. El ex del Castilla mostró presencia y músculo en el centro, incorporándose al ataque. Tuvo la mejor oportunidad del partido con un zapatazo al larguero, pero perdió la posición con frecuencia y abusó del regate en zonas complicadas, aunque por suerte, sin consecuencias. Lora, como es habitual, fue el pulmón del equipo, pero no encontro compañeros con los que asociarse. Aguantó todo el partido a pesar de largo tiempo inactivo.

4- De Las Cuevas. El alicantino sigue siendo un fijo de los analistas sportinguistas. Su nivel de juego continúa bajo cero. Sus aportes en el partido son testimoniales, sin ambición, ni raza, el ’20’ caminaba en vez de correr, permutaba de la izquierda al centro sin ningún tipo de influencia en el juego. No está para ser titular.

5- Trejo y Carmona. Pusieron ganas, pero les faltó velocidad y coraje. El argentino abusó de la pausa, faltandole sangre en los momentos que tocaba arrebato. Carmona en la primera parte se empeñó en caer al centro, estorbándose con Trejo y De Las Cuevas, dejando la banda libre y facilitando la labor defensiva racinguista. En la segunda parte se dejó caer a banda y realizó una internada con peligro, pero poco más. Se esperaba un mejor rendimiento.

6- Bilic. Muy solo, el croata se fajó con la defensa, tratando de bajar todos los pelotazos que llegaban de la línea defensiva. No le llegó un balón en condiciones y pudo marcar en un lanzamiento de falta. Le pone raza, algo que deberían aprender algunos de sus compañeros.

7- Errores. Como vine siendo habitual, los errores pudieron condenar al Sporting. La defensa continúa con su oposición a la mediocridad más absoluta. Hernández, Landeira y Canella contagiaron su inseguridad a Juan PAblo, que le regaló el gol a Saizar, que falló a puerta vacía. Landeira falló en la posición y salida del balón, dejándose robar la cartera por Jairo, que estrelló el balón en Juan Pablo. Canella volvió a mostrarse lento y desordable, fallando en una entrega siendo el último defensor que no fue aprovechada por el rival. Jairo hizo lo que quiso con él. Hernández volvió a mostrarse superable y se evidenció una falta de entendimiento en una defensa que no había jugado junta en todo este tiempo. Las dudas de la retaguardia contagian inseguridad al resto del equipo. Un conjunto ganador parte de la seguridad defensiva y hoy solamente la suerte ha evitado que el sporting recibiera algún gol. Enfrente, el Racing, único equipo junto con el Sabadell que aún no ha marcado en Liga.

8- Juan Pablo. Un día más, el leones salva los muebles del equipo. Sus intervenciones fueron providenciales para que el Sporting no volviera a casa de vacío. La inseguridad defensiva le contagió en ciertos momentos, con falta de entendimiento entre ellos, sobre todo al no abrirse al lateral para que el portero tuviera el pase franco. El día que no sea protagonista será un buen día para el sportinguismo.

9- Los nuevos. David Rodríguez mostró ganas e instinto. No tuvo tiempo ni balones claros, pero su actitud era diferente a lo visto anteriormente. POdría ser un complemento o el sustituo de Bilic. Vieira hizo en pocos minutos más que De Las Cuevas en todo el encuentro. Mostró velocidad y desparpajo al encarar. La lógica diría que el portugués debería ser titular ante el Lugo la próxima semana.

y 10- Actitud. El equipo parece no saber en que categoría le ha tocado jugar. Continúa deámbulando, sonámbulo por los campos de segunda. No se ha corregido ninguno de los problemas anteriores y a la endeblez defensiva se une una falta de estilo y de clarividencia. Los ataques se reducen al pelotazo largo, los balones al centro y una total renuncia a las bandas. Varios futbolistas siguen a años luz de su rendimiento y se acomodan en su desidia con el beneplácito del entrenador. Difícil de entender que alguien como Landeira, que no tenía sitio en el Sporting B, pueda ser titular en el primer equipo. Lo único bueno, la salida de los nuevos, que demostraron ganas e implicación. LA defensa es la asignatura pendiente de Manolo Murias, que no encuentra su once ideal y que tras tres jornadas su equipo no da muestras de ninguna mejoría. 1 punto de 9 posibles así lo atestigua.

2 PATATAS PARA EL KILO

El Sporting volvió a dejarse el sentido común y las ganas de ganar a muchos kilómetros del Estadio de Los Cármenes, donde el sábado los locales dieron un pasito más hacia la permanencia mientras los asturianos volvieron a instalarse en la mediocridad y la racanería futbolística.

De lo segundo Clemente sabe un rato y la alineación que el técnico vasco sacó al terreno de juego así lo atestiguó. Renunció una vez más al talento, el poco que tenemos, en el medio campo al dejar a Cases en el banquillo y volvió a apostar por Gálvez en la parcela central. Lugar en el que el canterano se encuentra perdido y superado. Otra de las «Clementadas» de ayer fue la posición de Pedro Orfila. Jugador de confianza de Clemente, fue reciclado a central para que Lora pudiera actuar en el lateral derecho. ¿Por qué con dos jugadores que pueden jugar como centrales como Hernández y Gálvez, se pone a un jugador fuera de su posición?.

Todos estos desajuestes tuvieron su premio nada más comenzar. Martins bota una falta, Mendy, Trejo y Barral olvidan todo lo que supuestamente han aprendido en todos sus aos de carrera futbolística y la pelota se cuela en la meta de Juan Pablo. A la mente nos vienen, a modo de flashback, los partidos de San Sebastian, Villarreal, Mallorca, Zaragoza, etc. El partido terminó en ese momento, con un Granada consciente de lo que se jugaba y un Sporting que antes de verlas venir, recibió el primer golpe.

Los discípulos de clemente ofrecieron muy poco en la primera parte. La línea de creación brillaba por su ausencia, algo entendible si Cases está en el banquillo y Rivera en Viesques, si bien es cierto que el veterano ex del Betis no está en su mejor momento. Pero seguro que hacer circular la pelota con más criterio sería posible. La pelota quemaba y el juego, de patio de colegio. el Granada por el contrario aprovechaba los espacios y cada aproximación llevaba peligro, con un Martins director y un Jara incisivo que con muy poco llegaban a la meta de Juan Pablo.

En el minuto 23, otro cortocircuito gijonés y la sentencia. Jara conduce el balón y en otro error de manual, Lora, Botía y Orfila se le echan encima dejando un espacio inmenso en la zona defensiva que aprovecha Siqueira para marcar el segundo tanto. Se comentaba por Mareo que el equipo estaba mucho más trabajado defensivamente. Igual se referían al Alevín B ya que es inaceptable un error de este tipo en un equipo profesional.

Con el partido imposible, no existió el arrebato de orgullo y dignidad, sino simplemente la desidia del perdedor. Lo intentaban Mendy y Colunga, sin fortuna. Mientras tanto el Granada, con orden y criterio, no pasaba apuros.

En la segunda parte, más de lo mismo. Lejos de buscar reducir diferencias, el Sporting las pasaba canutas. Con una autpista en el medio, los locales se aprovechaban y Martins continuaba con su recital particular. Clemente movió banquillo y volvió a hacerlo de una forma errática y singular. Quitó a Barral y sacó a Carmelo. quizá desde su zona del banquillo no se veía el marcador y no era consciente que el equipo perdía por dos. En un acto de sensatez tardía dio entrada a Nacho Cases y con el canterano la cosa mejoró. El cansancio hací amella en el Grnada y el joven jugador cogió el timón en el centro. Habilitó a Trejo para que el argentino fallara una clamorosa ocasión. Poco después el Granada pudo sentenciar pero el remate de Dani Benitez se estrelló en el travesaño. Al minuto se le anuló un gol a Uche y Martins pidió un gol fantasma cuando picó el balón a Juan Pablo. Granada era una fiesta. No era para menos. Su equipo arrollaba al Sporting a base de coraje, actitud y buen juego.

Colunga era el único que lo intentaba arriba, y ya con Mate Bilic en el campo, el Sporting intentó maquillar el marcador. Algo que consiguió con el tiempo cumplido y tras un gol anulado al Granada. Cases desplazó el balón hacia Colunga para que este pinchara la pelota y de vaselina la colocara en las mallas de julio César. Golazo que únicamente sirvio para salvar un goal average totalmente irreal ya que, a 7 puntos de los andaluces y exhibiendo un juego como el de ayer, no se salva ni Blas.

Paso atrás monumental del Sporting, que careció de todo lo que una semana antes mostró ante el Sevilla. Entrega, actitud, intensidad y fiereza. Se volvió a salir al campo con la caraja de la hora del té y sin ningún tipo de capacidad de reacción. La alineación, inverosímil, fue un lastre que unido a los errores infantiles y en cadena de la defensa hizo de la remontada una quimera.
Si el nivel de la plantilla ya es justito, peor será que se pongan a jugadores fuera de su posición. Orfila no sabía por donde le venían y Gálvez no sabe más que dar patadas y patadones largos. El centro del campo sufrió una fractura total y cuando se intentó achicar el agua el buque ya se hundia en la más infame mediocridad.

Botía, Lora y Canella, continuan a un nivel pésimo. La jugada del segundo gol, retrata con crudeza las miserias de una defensa de plastilina, moldeable y desechable a partes iguales. Se habla de que el Atlético quiere al murciano y el central ex del Barça está pasando por su particular rescate futbolístico.

Castro intentó lo que pudo, pero ayer se vio superado por todos lados. Mendy se perdió en regates inútiles e inocentes remates. Trejo volvió a utilizar la táctica del avestruz, algo a lo que recurre en los partidos trascendentales y Barral pasó totalmente desapercibido.Aún así su sustitución me parece inexplicable dada la necesidad de remontar y para mas inri, que poco después Clemente sacara al exjujagor croata.

Lo de Cases ya pasa de castaño oscuro. A lo mejor en otros equipos con mayor calidad te puedes permitir el lujo de dejar a alguno de los mejores jugadores que quizá no es de tu agrado en el banquillo. En el caso del Sporting, ayer en Los Cármenes sólo había dos jugadores con ese pedigrí. Colunga y Cases. El primero continúa demostrando que tiene algo diferente al resto y el canterano siempre que ha salido le ha dado un plus al equipo. ¿Por qué no juega?. Solo Clemente lo sabe y todo el sportinguismo lo padece.

El caso es que un rival directo se escapa a 7 puntos. Me niego a creer aún que el Villarreal sea un candidato a bajar aunque quizá el miércoles se le pueda coger si se gana al Mallorca. otro equipo que pone tierra de por medio y deja el descenso a 9 puntos.

Se ha vuelto a caer en la simplicidad y la desidia, en la impotencia del coitus interruptus. Jugando como ayer, el equipo se va al pozo sin remisión de ningún tipo. La limpieza que habría que hacer en todos los estamentos del club sería de época, aunque mirándolo bien, aún queda tiempo, cada vez menos, para dar un giro que consiga mantener al club donde se merece.

¿Alguien se lo explica a Clemente?

CORAZÓN DE PRIMERA

Era el día. El ahora o nunca. El momento en el que se sacan las fuerzas de donde no se tienen para conseguir un único propósito, la victoria.
El Sporting, arropado por una afición engalanada como nunca, noqueó al Sevilla con un gol de André Castro y sigue soñando con una salvación que tras la derrota del Granada, se avista en el horizonte, una semana antes de visitar la ciudad andaluza.

Clemente decidió dejar el esmoquin en casa y saltó al campo con un equipo aguerrido, muy suyo, dispuesto a pelear por cada balón como si de su propia vida se tratase. Gálvez y Castro llevarían el timón en el medio del campo. Mendy y Colunga, que sustituyó a última hora a un lesionado De Las Cuevas serían las alas y Trejo engancharía con Barral en la punta de ataque. En defensa, Orfila seguía en el puesto de lateral derecho.

El partido fue una oda costumbrista al fútbol de antaño. Raza, coraje e intensidad. Ingredientes básicos en la receta de Clemente y en el plato de salvación que servía el Sporting a su ferviente afición. El Sevilla comenzó a padecerlo al cuarto de hora cuando Barral primero, y Colunga por dos veces, después, pusieron a prueba a un inspirad´simo Palop. Mendy también lo ntentó, pero de nuevo el portero sevillista, recordando sus grandes momentos ya pretéritos, se mostraba infranqueable.

Era de esperar por el medio campo que presentaba, que Clemente renunciaba a la creación en beneficio del oficio y la fontanería. Castro se mostraba omnipresente y Gálvez se mostraba recio y sereno, en algunas ocasiones con excesiva dureza y excesivo juego en largo. El Sevilla se recompuso a la media hora y Perotti provocó alguna que otra hipoglucemia con un cabezazo que repelió el palo. Manu del Moral después envió alto un centro del argentino. Era el preludio del gol local. Gran conducción de Colunga que ve la entrada de Castro que orienta su control a la pierna izquierda, con la que empalma a la red para que reventara El Molinón. Gol más que merecido y la salvación más cerca.

Hasta el momento sólo había un equipo sobre el campo, que avasallaba al rival a base de tesón y también faltas, en una muestra de la seriedad con la que se tomaba el choque. A la media hora el Sporting llevaba 11 faltas, por solo 3 el Sevilla. Tras el gol, los hispalenses se estiraron y trataron de imponer una calidad que se les suponía superior a lo exhibido hasta entonces. Justo al borde del descanso Navas tuvo el empate y luego Reyes, negado toda la noche, cayó en el área. Se pidió un penalti que para mí sí fue.

En la segunda parte cambió la decoración. El Sevilla, sabedor que se le escapaba el partido, decidió coger el toro por los cuernos y comenzó a manejar más el balón, buscando siempre las bandas, con Navas y Perotti. El Sporting se replegó, acusando el esfuerzo de la primera parte, esperando las contras y los balones largos. En una de ellas, Colunga, muy activo, tuvo el segundo gol, pero intentó un centro chut que no fue ni lo uno ni lo otro. Justo después, Rakitic, anulado completamente por un imperial André Castro, tuvo el empate pero su remate desde el punto de penalti se fue fuera.

El Sevilla se acercaba con facilidad a la meta de Juan Pablo, en plena fase de descomposición del medio campo gijonés, pero fallaba en los metros finales. Se acordaría Míchel de Kanouté y Negredo. Echó un ojo al banquillo y sacó a Babá, para pasar a jugar con dos puntas. Clemente hizo lo propio y decidió dar más consistencia al medio campo sacando a Lora por Barral. El lateral no se encontró agusto con su nueva posición y se le vió perdido durante gran parte del partido.

Cunadía el pánico en El Molinón, era demasiado importante la victoria como para dejarla escapar y era evidente el bajón físico de un equipo que lo estaba dando todo. El Sporting resistía a base de garra y entrega y continuaba buscando un contragolpe salvador que le permitiera finiquitar el duelo. Colunga, agotado, cedió su puesto a Bilic y a falta de 10 minutos, Cases entraría por el héroe de la noche, André Castro.

La entrada de Cases fue propicia ante un partido completamente loco. El Sevilla atacaba con todo, pero sin ningún tipo de orden, lo que permitía al mediocentro asturiano repartir juego a su antojo y favorecer dos contras que pudieron ser decisivas. En la primera, Palop detuvo el remate a bocajarro de Bilic y ya con el tiempo cumplido, Mendy remató demasiado cruzado tras una gran jugada personal. Un minuto después, Estrada Fernández decretó el final del partido y el suspiro de alivio dio paso a la felicidad más absoluta. Se había dado el primer paso hacia la salvación. Primera victoria de la era Clemente con once discípulos que bebieron de su doctrina y la trasladaron al campo durante 90 minutos. donde hay vida hay esperanza, y al Sporting aún le queda mucho por vivir.

Cosas buenas:

– La actitud: El Sporting salió a comerse al Sevilla desde el primer minuto. La primera media hora del partido fue un monólogo absoluto, con un empuje y verticalidad que hacía tiempo no se veían por Gijón. Mendy, un puñal por la banda aunque con muchos conceptos tácticos que con el tiempo espero que corrija. Trejo por fin entonado aunque abusando por momentos de la conducción y Gálvez, sobrio pero seguro.

– Adrián Colunga: el jugador más desequilibrante del Sporting. Desde que ha llegado a asumido los galones que De Las Cuevas parece rechazar. Rápido, incisivo , que hace jugar a sus compañeros y que cuando esté a tope fisícamente será el auténtico referente del equipo. Partidazo el suyo ayer.

– André Castro: Impresionante despliegue físico del portugués tanto en defensa como en ataque. El solito se comió a todo el medio campo del Sevilla, anulando a Rakitic y proponiendo juego para el Sporting. Generoso en el esfuerzo, es un comodín para Clemente y un auténtico pitbull que con su gol recibió el mejor premio tras su excepcional partido.

– Pedro Orfila: Sobrio y discreto en las formas, pero implacable en la ejecución. El canterano es el típico lateral que le gusta a Clemente, disciplinado y que no pierde la posición. Fue de los mejores en una defensa que sufrió por momentos.

A mejorar:

– Contundencia en defensa: Si bien el Sevilla no exigió mucho en el día de ayer, la defensa parece nerviosa ante las acometidas del rival. Falta más nervio y sobra sangre fría a la hora de sacar los balones del área. Por arriba no hay problema, con Gregory y botía siempre imponiéndose, pero el la retaguardia sufre cuando el balón rueda por el piso. La falta de ambición sevillista fue un regalo para manetener la calma tensa hasta el final del partido.

– Bajón físico: En la segunda parte fruto del esfuerzo, el equipo se vino abajo, sobre todo en el centro del campo. Clemente debió mover antes el banquillo y su solución no fue la más acertada, con un Lora que no sabía encontrarse a sí mismo en la medular. Gálvez comenzó a sufrir más de lo esperado en ese momento, empleando la dureza para frenar la superioridad sevillista en esa fase.La entrada de Cases, aunque no le guste al técnico de Barakaldo, debió ser mucho antes.

– Bilic: Nos ha dado mucho en un tiempo pasado, pero el croata no está para muchos trotes. Siempre buscando el contacto para tirarse y reclamar falta, los árbitros ya se lo saben y le tienen tomada la matrícula. Pundonor no le falta, pero me parece incomprensible que se encuentre por delante de Sangoy en las preferencias de Clemente.

Ahora falta refrendar la mejoría ante el Granada el próximo sabado a las 18 horas. Si se exhibe este dinamismo y compromiso, se puede sacar un buen botín de los Cármenes y continuar soñando con una salvación, que visto lo visto ayer, es totalemnte posible.

ÚLTIMO TREN, VAGÓN DE COLA.

El fútbol no es cuestión de vida o muerte, es mucho más que eso. Bill Shankly

Un partido, mañana a las 20h en El Molinón, para certificar si el Sporting se aferra a la vida o si por el contrario su electrocardiograma se aplana con los ecos de un pitido final. Este partido es más, mucho más importante que cualquiera vivido hasta ahora en el actual curso. Si los resultados son favorables, se podría ver una ténue luz al final del túnel. Los jugadores lo saben, la afición lo sabe e incluso la torpe y chabacana directiva conoce su existencia. Entradas más baratas, sí; día del acompañante, pues si quieres arroz, Catalina.

Si no teníamos suficiente con las urgencias, anteriormente llamada desesperación, como ingrediente principal, se une ese factor morboso que en muchos casos sirve para desviar la atención y fundamentalmente, descentrar al personal. Clemente y Míchel, Míchel y Clemente. El entrenador enemistado con el jugador, o viceversa, ahora situados en idéntico lugar, a ras de césped. Ni eso ha conseguido desviar a la opinión publica de lo realmente importante mañana, los 3 puntos. Sea como sea, por lo civil o por lo criminal como decía Luis Aragonés, pero la conjura rojiblanca es clara al respecto; mañana es el primer día del resto de su vida. Punto de inflexión del futuro de un presente demasiado largo.

La recuperación milagrosa de Adrián Colunga es la gran sorpresa en la convocatoria, de la que se cae Damián por lesión, Rivera, Eguren y los ya descartados en Barcelona Ricardo León, Bilic, Sangoy o Iván Hernández entre otros. Su participación desde el comienzo es dudosa y todo parece indicar que será Barral el único jugador en punta. La inclusión de Lora en la lista es otra de las novedades. Parece que Pedro Orfila es un jugador de los que gustan a Clemente por lo que habrá que ver si el técnico vasco decide continuar apostando por el canterano y aprovechar la polivalencia de Lora para otra posición. La alineación del técnico de Barakaldo es una incógnita. La línea defensiva parece que aparte de la duda del lateral estará compuesta por Botía y Gregory en el centro y Canella en la izquierda. El de Laviana, apercibido de sanción, deberá andarse con ojo si no quiere perderse otro encuentro vital el próximo sábado en Granada.

La apuesta por repetir el mediocentro del Camp Nou con Cases y Castro cobra fuerza y solo podría ser rota con la inclusión de Gálvez, con el que probó en el partidillo de ayer en la medular. En vanguardia, las combinaciones son múltiples. El buen rendimiento de Mendy podría prorrogar su estancia en el equipo titular, con Carmelo por la izquierda y De Las Cuevas por el centro justo detrás de Barral. Planteamiento quizá demasiado osado para Clemente, que podría amarrar con un trivote Castro-Cases-Gálvez, con el portugués más adelantado, dos jugadores por banda y el capitán en punta de lanza. Lo dicho, veremos si a y b son correctas, todas las respuestas son válidas o solamente la a. Esperemos que el error no nos quite puntos en la calificación final.

Conjeturas y suposiciones. Solo Clemente sabe cuales son los medios para llegar a un único fin, la victoria. La afición ya ha cumplido su parte; marcha rojiblanca por el Muro hacia el estadio y un lleno a reventar que incentive a unos jugadores que se encuentran ante una de sus últimas finales. Está en su mano. En la de la afición, pase lo que pase, siempre un aplauso de más, se alcance el éxito o la decepción, pero siempre un último aliento ya que si se ha de morir, que sea con las botas puestas.