El Sporting volvió a arrastrar su prestigio y el de su afición por los estadios de segunda. «Vencedor por los campos de España», reza el himno de este club centenario, que solo ha conseguido dos triunfos en 9 partidos y ambos de ellos, totalmente inmerecidos. Esta vez fue el Barcelona B el que desnudó todas las carencias de los rojiblancos tanto en defensa como en la elaboración y ni que decir de la finalización, en un encuentro que a pesar del dominio local, el Sporting tuvo oportunidades suficientes para haber anotado más de un tanto. Cosas del fútbol.
Habrá quien se escude en la expulsión de Cuéllar para calmar su conciencia, pero lo cierto es que el Sporting deambulaba por el campo a esas alturas del partido. Dominado por completo, el equipo de Manolo Murias no daba tres pases seguidos y huía de la combinación como un gato del agua fría. Ni Mandi ni barrera aportaban nada en el centro y Pichu se empeñaba en lanzar pelotazos largos al país de Nuncajamás, donde ni Sangoy ni David Rodríguez eran capaces de bajar ninguna pelota y donde la defensa adelantada blaugrana les facilitaba la labor a los delanteros rojiblancos en contadas ocasiones.
Salió Juan Pablo y se tragó el gol de Luis Alberto. El filial del Barcelona hacía lo que que quería con el Sporting, que veía borroso un horizonte sin un timón en el equipo. Mientras tanto, Rivera se daba baño y masaje antes de golear 4-0 al Numancia en el día de hoy y ser uno de los favoritos al ascenso. En la segunda parte, el Sporting demostró honradez al no marcar el penalty que hubiera dado lugar a un injusto empate. El falló dinamitó las posibilidades rojiblancas de sacar al go positivo del Miniestadi y apresuró a los locales a sellar el partido aprovechándose otra vez de una defensa de chiste en la que cada día que pasa Hernández o Gregory demuestran su condición de exfutbolistas. La falta de contundencia, la pasividad y el desatino táctico fue un caramelo para las jóvenes promesas de la Masía, que vacunaron al Sporting en dos ocasiones más, finiquitando el duelo, entre la vergüenza de todos los aficionados rojiblancos que se habían desplazado al campo, yo entre ellos.
Resulta alarmante y escalofriante que a estas horas Manolo Sánchez Murias continúe siendo entrenador del Sporting. 9 jornadas han sido suficientes para ver que el equipo no funciona bajo su batuta. El equipo sigue sin ganar fuera de casa, donde ha protagonizado los partidos más bochornosos de la temporada, anotando sólo 2 goles y encajando 10, para un cómputo global de 9 y 15. Los últimos dos partidos fuera de El Molinón se han resuelto con sendos 3-0 y un equipo roto, desnortado y hundido física y psicológicamente?. Es Manolo la persona que puede sacar esto adelante?. Rotundamente no. Las carencias tácticas del equipo, la falta de contundencia y de rigor, unido a la actitud de ciertos futbolistas es algo que le incumbe corregir al míster y que a día de hoy no ha conseguido. Se han perdido ya 27 puntos y se han dejado muchas dudas en el camino como para seguir alimentando la depresión en el equipo y jugadores con la permanencia en MAreo del entrenador. La directiva vuelve a patinar de nuevo en la gestión del club, esperando a que las decisiones se tomen solas, a que la afición estalle o Dios sabe qué. No es de recibo que se continúe jugando con un club histórico, que a día de hoy se arrastra por los campos de una segunda división que en teoría iba a ser un trampolín para la vuelta del equipo al escenario que se merece la temporada que viene.
Se habla de que Sandoval ya tiene firmado un precontrato, cuando hoy sale Vega Arango y lo niega todo. La desinformación es el arma que utiliza esta directiva cateta e incompetente que se está cargando el club a base de colocar primero a su delfín en el banquillo, un entrenador lo bastante manipulable como para negarle todos los refuerzos habidos y por haber y luego encima se les llena la boca para hablar de una deuda que lleva 10 años sin desaparecer a pesar de las ventas de Cote, Míchel o Botía. Esta directiva sigue erre que erre con su concierto de exabruptos y su falta de conciencia, envuelta en su propia incompetencia y echando balones fuera a la hora de asumir toda responsabilidad. Se le da un últimatum al entrenador cuando en teoría otro técnico está medio firmado. A pesar del partido ridículo ante el Villarreal se decide confiar en él hasta la debacle de ayer y a día de hoy no se ha tomado ningún tipo de decisión al respecto. ¿Acaso se espera a que el partido de Copa ante el Mirandés dicte sentencia?. ¿Ha de ser la afición la que con su bronca al equipo impulse a los encorbatados y engominados mandamases a cortar por lo sano y tomar una decisión?. ¿No ha habido suficientes razones a día de hoy que hagan pensar a los mezquinos directivos que al ciclo de Manolo Sánchez Murias solo le falta un epitafio y recibir una santa sepultura?. ¿A que esperáis, malditos bastardos, a cargaros el club que tantos de nosotros amamos?¿A dejar el patrimonio del club como un solar y abandonar la nave como ratas, eso sí con las manos llenas?. No caerá esa breva, y todos nosotros tendremos que sufriros y padeceros, pero ya que parece que por desgracia hemos de cargar con vuestra ineptitud en los despachos, al menos no nos hagáis sufrir la incompetencia en el banquillo ni una jornada más.
¿Es mucho pedir?. Supongo que sí.
FÚTBOL ES FÚTBOL? 